La Preproducción – Los cimientos de tu música

La fase de Preproducción

Veamos… Ya tenemos unos temas estupendos, hemos contratado a un reputado director de cortos que nos va a dirigir el video-clip, la prima del bajista que es actriz conocida, va a ser la protagonista y nos hemos currado una imagen inmejorable.

¿Qué puede salir mal?

Seguimos…

Nos pegamos la paliza del siglo, grabamos en un estudio impresionante con un afamado productor, nos hacemos unas fotos muy artísticas, lo movemos por redes sociales, lo colgamos en Youtube, y conseguimos la exitosa cifra de 34 “me gustas”, básicamente de amigos, novias y algún despistado que pasaba por allí.

¿Cómo nos ha podido pasar esto?

 ¿Si somos únicos, unos genios y los más guapos del mundo?

Podemos culpar a las multinacionales, a la competencia desleal, al boicot de las emisoras nacionales, a las internacionales también, y hasta a la madre Teresa de Calcuta.

A menudo la respuesta a todas estas cuestiones es mucho más sencilla de lo que parece.

Y la encontramos en algo que muchas veces separa el éxito de la indiferencia, y es la Preproducción.

El trabajo de preproducción debe consistir en un minucioso trabajo de análisis de todos los elementos que intervienen en el resultado final donde el productor debe estar en contacto directo con los músicos implicados, ya que esta fase tiene casi totalmente un carácter artístico.

En esta fase, pueden intervenir:

1. Compositor (algún componente del grupo o externo)
2. Productor (encargado de toda la producción)
3. Arreglista (a veces puede ser el mismo productor)
4. Técnico del estudio donde se realicen las maquetas (que muchas veces están hechas con medios excesivamente caseros)

Hay multitud de reglas no escritas que delimitan, aunque sea a nivel subconsciente, lo que el oído humano percibe como algo agradable o se desentiende.

Las estructuras de las canciones, la combinación de partes instrumentales y cantadas, la duración de las mismas; la duración total de la canción; las acentuaciones de las palabras; el manejo de los posibles coros, los sonidos elegidos; la tonalidad en la que se va a tocar y cantar, tanto por el estilo global que queramos darle al tema como por el registro vocal del cantante principal.

Aunque la preproducción tiene un gran componente artístico y de creación, también el productor puede ocuparse de otros aspectos más técnicos e inclusos financieros, para definir cómo quedará la obra final, con la elección de estudio, ingenieros y técnicos para la grabación; elementos técnicos que pueden influir en la grabación, mezcla y posterior masterización.

El productor siempre es una parte importante estableciendo calendarios de grabación y costes asumibles para ello.

Durante esta fase de preproducción, se grabarían las maquetas, con todo lo expresado anteriormente, que generalmente suelen ser bastante caseras, pero pueden definir unos cimientos para definir luego lo que es necesario cambiar, modificar o incluir para el proceso posterior de grabación.

Asumir todo esto es el principio ineludible del camino que nos llevara a superarnos y mejorar en todos los aspectos.